Algunas pequeñas empresas en los EE. UU. piensan que el panorama del mercado mundial es demasiado grande para encontrar un nicho de mercado. Sin embargo, casi el 97 por ciento de las exportaciones son manejadas por pequeñas empresas. Sumado a eso, una gran cantidad de clientes potenciales se encuentran fuera del país. Esto pone los mercados extranjeros y las oportunidades de ventas al alcance de las pequeñas empresas que buscan expandirse.
La globalización es el conducto entre diversos clientes y la expansión al comercio internacional. Algunos creen que la globalización debilita la soberanía natural cuando las corporaciones envían trabajos al extranjero para una mano de obra más barata. Sin embargo, las naciones en desarrollo pueden aprovechar la globalización. Los principios económicos detrás del comercio internacional garantizan que uno no puede existir sin el otro.
Básicamente, el comercio internacional consiste en el intercambio de bienes y servicios entre países a través de importaciones y exportaciones. Este tipo de sistema comercial conecta una economía mundial a una economía nacional dentro de un país. Ha habido un aumento constante en el volumen, la escala y la eficiencia del comercio internacional durante más de 40 años.
Debido a esta interconexión, los precios, la oferta y la demanda que afectan a una pequeña empresa que opera dentro de las fronteras de su país se ven afectados por eventos globales. Los cambios en los sistemas políticos, por ejemplo, podrían aumentar los costos laborales de hacer negocios en un país extranjero.
El efecto dominó es un aumento de los costos de fabricación en el país y un aumento de precios para los consumidores. Para poner esto en perspectiva, un par de zapatillas o un teléfono celular fabricado en Asia costará más en un centro comercial en Dakota del Norte. Asimismo, una disminución en los costos laborales disminuirá el precio que paga.
Los países ricos no solo tienen mayores oportunidades de comerciar en los mercados globales, sino que también pueden utilizar sus recursos de manera eficiente. La abundancia de tierra, mano de obra, tecnología y recursos de capital permite a estos países producir bienes a un costo más bajo. Los países que carecen de la capacidad para producir bienes pueden tener la opción de celebrar un acuerdo comercial con países que sí pueden hacerlo.
Para ilustrar, considere la producción de camisetas de algodón y vino por el país A y el país B. El país A produce 10 botellas de vino y 20 camisetas de algodón cada año. El país B es un país rico que puede producir 20 botellas de vino y 10 camisetas de algodón. Ambos países producen un total de 30 unidades.
Sin embargo, el país A produce las botellas de vino en cuatro horas y las camisetas en cinco horas. Por otro lado, el País B tarda tres horas en producir 20 botellas de vino y cuatro horas en hacer las camisetas.
Ambos países se dan cuenta de que tienen una ventaja comparativa al centrarse en el producto que pueden producir de manera más eficiente. Deciden crear productos especializados cada año y comerciar porciones iguales de productos unitarios con otros países. Esto reduce el costo y maximiza su eficiencia al mismo tiempo.
La importación de bienes y servicios de otros países expone a los consumidores a productos que no siempre son fácilmente accesibles en sus países de origen. El mercado internacional incluye casi todo tipo de producto que uno pueda imaginar: alimentos, ropa, joyas, agua, vino y repuestos. Las materias primas como las acciones, el petróleo y las divisas también están disponibles para negociar en el mercado internacional. Los servicios comercializados internacionalmente incluyen transporte, turismo y banca.
Cuando los países encuentran formas ingeniosas de intercambiar bienes y servicios, la oferta está disponible para satisfacer la demanda de los consumidores. El precio disminuye en teoría, dando a los consumidores más ingresos disponibles para realizar compras que estimulan la economía.
La compensación por tener consumidores globales no solo mejora la eficiencia de la producción, sino que también fomenta la inversión extranjera directa. Básicamente, la IED es una inversión de una entidad con sede en un país en una empresa que opera en otro. En teoría, las economías pueden convertirse en participantes competitivos en el escenario global porque los inversores están dispuestos a apuntalar a los países.
Generalmente, los inversionistas ven una fuerza laboral calificada y perspectivas de crecimiento en bienes y servicios. Los trabajadores más calificados aumentan los niveles de empleo en el país y ayudan a mejorar el producto interno bruto del país. Los inversores se benefician del crecimiento y la expansión con mayores ingresos.
El comercio internacional nivela el campo de juego en un mundo plano con muchas fuerzas en competencia diferentes. Cada país tiene la misma oportunidad de explotar sus recursos para el crecimiento y la expansión. Algunos opositores al comercio internacional argumentan que las ineficiencias comprometerán la viabilidad de las naciones en desarrollo.
Lo que sigue siendo cierto es que la economía mundial se encuentra en un estado de cambio perpetuo. Esto brinda a las naciones en desarrollo la oportunidad de implementar estrategias que fortalecerán su economía nacional. Le seguirán oportunidades de crecimiento.